La banda indie formada en 2019 por Nikki Stagel, ha sabido fusionar influencias del rock de los años 60 y 70 con un giro moderno, creando un sonido único y fresco. Con "Strawberry Moon", su primer álbum de larga duración, la banda nos presenta una obra que refleja su evolución y dedicación a la música auténtica, donde la instrumentalización juega un papel clave.
Desde el primer tema, "Strawberry Moon", el álbum nos envuelve en una atmósfera cálida y nostálgica, con guitarras que fluyen de manera libre, sin la rigidez de preparaciones previas. La estructura instrumental se destaca por su naturalidad: no hay loops ni sonidos pregrabados, todo lo que escuchamos es tocado por ellos. Esto se siente especialmente en canciones como "Golden", donde los cambios de ritmo y las armonías vocales se mezclan perfectamente con el piano, creando un ambiente introspectivo pero vibrante.
En "Come In Slow" y "Red Dragon Purple Wing", el enfoque en la autenticidad se hace más evidente. Las melodías se construyen sin esfuerzo, llevando a un espacio de familiaridad, como si estas canciones fueran antiguas, pero al mismo tiempo, nuevas. La armonización vocal, con la participación de diferentes miembros de la banda, agrega una capa de profundidad emocional que resuena a lo largo del álbum.
Otro tema destacable es "Into Me", una colaboración de Emma McLaughlin en las voces y las letras. La emotividad se siente palpable, especialmente en el trabajo de las guitarras, que parecen contar su propia historia a través de cada acorde.
El álbum está cargado de autenticidad, con un sonido que va directo al corazón, y que se siente como ese amigo nuevo que sientes que has conocido toda la vida.
Erro logra lo que muchos buscan: crear un sonido único que trasciende el tiempo, llevando lo mejor del pasado al presente de una manera que solo ellos pueden lograr. "Strawberry Moon" no es solo un álbum, es una conexión emocional a través de cada acorde.
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